1° Juan 3:21-22="Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquier cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él."
La seguridad de nuestra posición ante Dios le da poder a la oración. Nuestras oraciones no reciben respuesta como una recompensa por la obediencia, sino que cuando "guardamos sus mandamientos" damos evidencia de que estamos en armonía con la voluntad de Dios y de esa manera oramos.
Juan 15:7="Si permanecéis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho".
Cuando permanecemos en Cristo nuestras oraciones son efectivas y van de acuerdo a la voluntad de Dios.
Mateo 7:7="Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá".
Los verbos "pedid", "buscad" y "llamad" están en modo imperativo y en tiempo presente, lo que sugiere una petición continua, pedir con perseverancia. No siempre nos dará Dios lo que pedimos y en la forma y el tiempo en que lo pedimos. Pero nos da su Espíritu Santo, el cual nos guía y da una visión más clara de su voluntad y al mismo tiempo, ánimo para cumplirla.
Basa tu confianza en el testimonio del Espíritu Santo y en una obediencia creciente.
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